Quien entra en este loco mundo..

viernes, 6 de marzo de 2009

Minuto de SIlencio 20º

Cuando Fran llamó al ascensor, un chico algo mayor vino desde otro pasillo hacia él, y se quedó parado mientras esperaban a que subiese. A Fran le pareció raro porque ni siquiera le sonaba de vista. “Qué paranoico estoy” se dijo a sí mismo.

Subieron ambos al ascensor, sin decir una sola palabra. Aquel tipo se apoyó en la parte derecha cruzando los brazos por delante. Y de repente le dijo:

-Vaya corte llevas en la frente, ¿no?-,

-Sí, me he caído.- A Fran le sonó su propia frase como una simple disculpa.

-Deberías ir al médico, te está sangrando.-

-Ahí me dirijo ahora mismo, de hecho.-

Por fin se paró el ascensor, y Fran respiró aliviado porque aquel tipo no le daba muy buenas vibraciones. Lo encontró sumamente extraño.

Cuando salía por la puerta a la calle, encontró el hall demasiado vacío, ni siquiera en recepción había nadie. “Haber si es que sigo soñando o algo.”

Todo parecía demasiado tranquilo, normalmente habría más gente haciendo el loco a esas horas.

Antes de salir por la puerta vio una hoja pegada con celo con una cruz negra. Estaba claro.

Estimados alumnos:

EL Martes día 15 de Marzo de 2008, tendrá lugar un acto en recuerdo de nuestra compañera y alumna Claudia Rivera Martinez Paró de leer, le daban escalofríos.

Salió por la puerta y un golpe de frío le dio en toda la cara, quizá se había abrigado poco. El cielo estaba nublado, seguramente llovería. “Menudo microclima tenemos aquí”. Tenía que ocupar su mente con otras cosas.


El chico extraño del ascensor salía por la puerta justo detrás de él. “¿le estaba siguiendo o qué?” Bueno aparentemente no debía ser así, estaban siguiendo el mismo camino, normal si te diriges hacia la estación de renfe o al pabellón B, que era hacia donde iba él en ese momento.


Apretó el paso, quizá sería mejor llegar cuanto antes a la consulta. Bajó la calle por el lado de la derecha, pegado a deportes, le parecía menos inclinada y sentía que se mareaba. Por fin solo le quedaba subir unos escalones y llegar al pabellón, tenía un frío horrible, justo ese día tenía que dejarse la cazadora en la habitación, que listo había sido.


Al entrar todo parecía normal, había poca gente, el banco estaba abierto, la agencia de viajes, la farmacia, la tienda de electrónica, debía entrar al médico, pero en la puerta había un cartel que decía que no habría consulta ni se atendería a nadie ese día precisamente. “Estupendo, justo cuando lo necesito más se van de vacaciones.” No se le ocurría nada que hacer en ese momento, pero debía de tener algún traumatismo, sangraba y se mareaba cada vez más. Se sentó delante de la tienda de informática en el banco metálico, era incómodo, pero no podía tenerse más en pie.


El chico alto del ascensor entró al pabellón B, y detrás habían otras personas. Pero Fran no pudo levantar la cabeza, estaba a punto de desmayarse.

2 comentarios:

Goblinoide dijo...

ÑAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!! Escribe, escribe, escribeeeee!!!! el pueblo quiere saber lo que ocurre ahoraaaaa!!!!!

El Extremeño dijo...

Eso de ir al médico del Pabellón B y que no esté es algo demasiado normal ^^U

Sigue en cuanto estés insnpirada, me encanta ^^