He recuperado de mis viejos archivos algo que me hizo reir como nunca, una historia de chiste, que no sé si realmente le ocurrió a este pobre hombre, pero que sin duda ha hecho reir a mucha gente como a mí, y hasta puede que después de recuperarse en, seguramente, el hospital y poder releer lo escrito, debió sonrei al menos.
Sin más a continuación os dejo la gran historia de un albañil gallego:
Explicación de un albañil a la compañía de seguros que no comprendía, debido a la naturaleza de sus lesiones, como podría haber ocurrido el accidente. Este caso verídico cuya transcripción fue obtenida de una copia de archivo de la aseguradora fue juzgado por el tribunal de Primera Instancia de Pontevedra.
"Excelentísimos señores:
Les explicarédetalladamente, las causas de mi accidente.
Soy albañil desde hace 18 años. El día del accidente estaba trabajando sin ayuda, colocando los ladrillos en una pared del 6º piso del adificio en construcción en esta ciudad. Finalizadas mis tareas, verifiqué que habían sobrado, aproximadamente, 250 kg de ladrillos
En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en una roldana que felizmente se hallaba fijada en una viga en el techo del 6º piso. Bajé hasta la la planta baja, até el barril a una soga, lo subí hasta el 6º piso para llenarlo y también la até a una columna de la planta.
Subí hasa el 6º piso y cargué los ladrillos en el barril. Volví a la planta baja, desaté la soga y la agarré con fuerza para que así los 250 kg de ladrillos bajaran suavemente (debo indicar que mi peso corporal es de 80 kg). Sorpresivamente, mis pies se separaron del suelo y comencé a ascender rápidamente arrastrado por la soga. Devido al susto, perdí mi presencia de espíritu e irreflexivamente me aferré más aún a la soga mientras ascendía a gran velocidad.
En las proximidades del 3º piso me encontré con el barril que bajaba a una velocidad similar a la de mi subida, y me fue imposible evitar el choque. Creo que allí fue donde me produje la fractura de cráneo. Continue subiendo hasta que mis dedos se engancharon en la roldana, lo que provocó la detención de mi subida y también las quebraduras múltiples de los dedos y de la muñeca. A esa altura (de los acontecimientos), ya había recuperado mi presencia de espíritu, y pese a los dolores continué agarrado a la soga. Fue en ese instante cuando el barril chocó con el piso de abajo y su fondo se rompió desparramándose así todos los ladrillos por el suelo.
Sin ladrillos el barril pesaba aproximadamente 25 kg, debido a un principio simplísimo de física, comencé a bajar rápidamente hacia la planta inferior. Aproximadamente por el tercer piso me encontré con el barril vacío que subía. En el choque que sobrevino estoy casi seguro que se produjeron las fracturas de tobillos y nariz. Este choque felizmente disminuyó la velocidad de mi caída de manera que cuando aterricé sobre la montaña de ladrillos solo me quebré 3 vértebras.
Lamento sin embargo que cuando me encontraba caído sobre la montaña, con dolores insoportables, son poder moverme y viendo encima de mí el barril perdí de nuevo mi presencia de espíritu y solté la soga. Devido a que el barril pesaba más que la soga, descendió rapidamente y cayó sobre mis piernas, rompiéndome las dos tibias.
Esperando haber aclarado las causas del accidente, me despido atentamente."
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